Recuerdo cómo entré aquí, en el momento apenas notaba el paisaje. Ni un segundo me detuve. Caminé hasta llegar a un claro, vaya, las flores eran expresivas, de todos los colores pero al acercarse formaban dientes con colmillos en su centro. Su belleza era, sin embargo, atrayente casi maligna resultaba a la percepción humana.
Querías que fuera tuya, querías probarla y fundirte en ella, ser ella. Así lo hiciste, pero, al salir, ya no eras el mismo. Tenías en tu piel color de rosa, no te dabas cuenta, hasta que tomaste otra de ellas, la saboreaste, la comiste casi con hambruna.. al terminar, notaste el cambio de color de tus manos, y te pareció fascinante. Comiste y te refrescaste en el prado, te quedaste ahí, en ese lugar... construiste tu casa, te quedaste en *garabato que no entiendo* y cambiaste, te adaptaste a aquel lugar que no era tuyo, donde no pertenecías; fuiste flor, fuiste árbol, fuiste nube, fuiste sótano, fuiste ladrillo... fuiste concreto y te quedaste inmóvil ante todo los cambios que ocurrían... Sólo pensaste en u interior, sólo sentiste lo que estaba en tu interior, fuiste (¿?), quisiste ser viento cambiante, pero el viento no te dejó.
Así estuviste encerrado en tu interior, así estuviste hasta que aquellas flores, aquellos colores se lavaron de tu cuerpo... ¿tu única compañía? Los cantos de toda clase de aves, paradas sobre tu cabeza, enseñándote la verdad de la vida. Aprendiste su filosofía, desencadenaste tu alma, te entregaste a la música, te entregaste...Fuiste cisne, fuiste poeta, fuiste colibrí flautista, fuiste petirrojo pintor...
Quemaste por tu vida, el concreto se fundió, pintaste la belleza y la miseria, escribiste de admiración y de dolor, tocaste, desde el fondo de tu alma lo que no podías decir más... lo que no existía, o lo que existía, pero no podía remediar.
Querías que fuera tuya, querías probarla y fundirte en ella, ser ella. Así lo hiciste, pero, al salir, ya no eras el mismo. Tenías en tu piel color de rosa, no te dabas cuenta, hasta que tomaste otra de ellas, la saboreaste, la comiste casi con hambruna.. al terminar, notaste el cambio de color de tus manos, y te pareció fascinante. Comiste y te refrescaste en el prado, te quedaste ahí, en ese lugar... construiste tu casa, te quedaste en *garabato que no entiendo* y cambiaste, te adaptaste a aquel lugar que no era tuyo, donde no pertenecías; fuiste flor, fuiste árbol, fuiste nube, fuiste sótano, fuiste ladrillo... fuiste concreto y te quedaste inmóvil ante todo los cambios que ocurrían... Sólo pensaste en u interior, sólo sentiste lo que estaba en tu interior, fuiste (¿?), quisiste ser viento cambiante, pero el viento no te dejó.
Así estuviste encerrado en tu interior, así estuviste hasta que aquellas flores, aquellos colores se lavaron de tu cuerpo... ¿tu única compañía? Los cantos de toda clase de aves, paradas sobre tu cabeza, enseñándote la verdad de la vida. Aprendiste su filosofía, desencadenaste tu alma, te entregaste a la música, te entregaste...Fuiste cisne, fuiste poeta, fuiste colibrí flautista, fuiste petirrojo pintor...
Quemaste por tu vida, el concreto se fundió, pintaste la belleza y la miseria, escribiste de admiración y de dolor, tocaste, desde el fondo de tu alma lo que no podías decir más... lo que no existía, o lo que existía, pero no podía remediar.
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