Esta noche me quedé sentada en el suelo, junto a mis pensamientos recurrentes ... Lentamente emergía de la soledad, aquella sombra, amenazante, desesperante, se cernía sobre mí, se volvió más oscura que la noche, y más grande que yo; terminó por abrumarme, haciéndome sentir débil y pequeña. 

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