Veo que aunque pasen los años, esta enfermedad no se aleja de mí, aprieta contra mi pecho con la pesadez de cada día, la melancolía de cada tarde, a pesar de que la noche me envuelva con obscuros pensamientos, no sucumbiría a éstos, siempre he pensado que se necesita de mucha valentía y yo soy muy cobarde para hacerlo ...
Así, mi mente da vueltas cada día, cayendo en la misma espiral ... cayendo y cayendo ...
Así, mi mente da vueltas cada día, cayendo en la misma espiral ... cayendo y cayendo ...
Comentarios
Publicar un comentario