La Página Maldita



En una fría y lluviosa noche, mientras me encontraba leyendo uno de mis libros de cuentos de terror favoritos, a través del rabillo del ojo, al caer un rayo que iluminó la habitación, pude observar una figura, una sombra, en medio de toda esa oscuridad...

Por poco y me sobresalto, si no fuera porque nunca he sentido terror, verdadero terror en mi vida, y no le temo a las criaturas diferentes a nosotros. Procedí con mi lectura, era bastante satisfactoria, pero cuando llegué a la última página del cuento número cuatro, me di cuenta que la ilustración que mostraba el libro era igual a la sombra que había visto hace un momento, ¡en mi propia casa! ¿Qué había pasado? ¿Se había materializado? ¿O era tan sólo mi imaginación. Mi gran imaginación...
La emoción del ambiente (que se había creado), de la lluvia, de la tormenta y del viento... Me sentí extasiada, sentí que por fin había experimentado una situación fantasmal (paranormal), una situación fantástica.

Dejé el libro sobre la mesa, con la página abierta en aquella ilustración. Y volteé la mirada hacia el mismo punto donde se había mostrado aquella figura, esperando encontrarla nuevamente. Pero no vi nada, estuve un rato esperando. Y esperando...

Pero la criatura no volvió. 

Entonces, abatida, decidí irme a acostar. Era muy noche, la lluvia no paraba, y me estaba dando mucho sueño. Me acurruqué en mi cama, me dejé llevar por el suave e incesante caer de la lluvia y el susurro (espectral) del viento.. Dormí tranquilamente durante un rato hasta que un relámpago me sacó de mis sueños, me despertó de mis sueños. Cuando abrí los ojos, ahí estaba: Esa criatura, (de) una figura (forma) inexplicable. Me miraba con ojos de un destello muy particular. Estaba sobre mí. Me quedé petrificada; no sabía qué hacer, no sabía qué pensar. Esperaba que fuera una alucinación, esperaba que fuera un gato o una mascota, pero, en realidad, vivía sola en mi casa. Cerré los ojos tratando de decir estas palabras: "Estoy soñando, estoy soñando. Es una pesadilla. No es real, no es real..."

Entonces escuché su risa, se estaba burlando de mí. Y me dijo, con una voz muy chillona que aturdía ms oídos: "No eres tan valiente, después de todo. Jajajaja". 

Abrí los ojos y lancé patadas. Quería golpearlo, quería decirle que no le tenía miedo. Pero cuando lo hice, cuando me levanté, cuando logré levantarme por fin, ya había amanecido y la criatura había desaparecido con la luz de la mañana.

Nunca supe si fue un sueño, no sabría explicar lo que viví pero estoy segura de que cada vez que abro aquel libro, en aquella página específica, soy capaz de oír, a lo lejos... Una risa tan chirriante que me cala en los huesos.

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